Tengo una tienda de ropa y hasta aquel día nunca había pensado que los clientes que venían a mi tienda por primera y en principio por última vez, podrían volver a comprar a mi tienda. Y todo fue gracias a mi tpv.
Esto es lo que me pasó una tarde de agosto aburrida y soleada en la que un vecino de un barrio pegado al mío entró preguntando si tenía una americana de color verde. Resulta que el vecino había llegado a mi tienda de pura casualidad y que no había encontrado en ninguna tienda en su barrio que vendiera lo que él necesitaba. Yo, naturalmente sí tenía una americana verde que llevaba más de 3 años sin vender. Se la probó, le iba perfecta, y cuándo fue a pagarme me dejó su tarjeta de visita para que apuntara su teléfono para cuándo el me llamara a preguntar a ver si tenían algo de lo que él necesitaba. Para anotarlo añadí un nuevo cliente en mi TPV ( es algo que no suelo hacer nunca) sabiendo que éste tipo de cliente es el típico que jamás vuelves a ver.
Al poco tiempo volví a comprar otra americana verde para tenerla en stock. Si había conseguido vender aquella probablemente en el futuro también acabaría vendiendo esta otra.
Pasó el tiempo y la americana no se vendía. Acabé por almacenarla y olvidarme de ella. A los 5 años fui a hacer limpia en el almacén y me volví a encontrar con aquella vieja americana verde.
Como suelo ser muy ordenado, doy de baja aquellos productos que elimino de mi tienda, y al leer el código de barras de la americana en mi tpv apareció cual había sido el último cliente de aquel producto. entonces ocurrió algo que me hizo cambiar la percepción que tenía sobre mi tienda y sobre la forma de vender mi producto, que era esperar a que el cliente entrara por la puerta y comprara: se me ocurrió que sí llamaba por teléfono a aquel antiguo cliente esporádico y le decía que tenía en el almacén una americana verde quizás podría interesarle.
Con pereza y sin muchas esperanzas, marque su número y cuando me respondió le conté el propósito de mi llamada. Mire usted por dónde que aquel cliente Todavía se acordaba de mí, y también se acordaba de que me dio su número y esperaba que algún día le hiciera aquella llamada puesto que necesitaba otra americana verde y no se acordaba donde estaba mi tienda. Aquel día vendí que ella americana verde, y desde entonces cuando alguien, el que sea, entra en mi tienda lo añado como cliente en mi tpv gratis.
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